Hola a todos!
No sabía como iniciar este espacio pero tenía de ganas de contar un poco más como son los días por acá
Como muchos saben, soy odontóloga. Amo mi profesión! Pero la realidad es que también me gustan muchas otras cosas y me pasan muchas otras cosas en mis días. Y son todas estas cosas que quiero compartir y no sabia cómo.
Se me ocurrió habilitar esta sección personal en el blog para poder contarles más allá de las cuestiones administrativas de ser odontologos en Alemania.
Para empezar les cuento que hace unos años conocí a Mariden, un alemán en Buenos Aires.
Desde que nos conocimos supe que su estadía en Buenos Aires era por tiempo limitado, ya que por su trabajo se está moviendo de país en país. Claro, nada de esto me importó. Porque nunca pensé que íbamos a llegar tan lejos! Nunca.
¿Cómo nos conocimos? En la noche de Buenos Aires! Sí, los dos salíamos mucho y una noche nos encontramos en un bar de Palermo que hoy ya no existe más. Esa noche la pasamos muy bien, nos reímos y tomamos drinks hasta las doce, porque cenicienta se tenía que ir temprano a casa. Si… Cenicienta tenía al otro día la agenda llena de pacientes! Y no podía llegar con resaca (en alemán: Kater)
>> Mi cara de cenicienta madrugadora post-resaca en el consultorio<<
Cuando terminó nuestra „cita“ pensé: „que bien que me cae este pibe!“y no nos volvimos a ver por un tiempo porque él se fue a Alemania y yo de vacaciones con mis amigas a Jujuy y Salta. Una de las mejores vacaciones.
>> ¡Vacaciones con mis amigas! Recorrimos todo el norte argentino y tomamos mucho vino <<
Durante todas nuestras vacaciones, nos mandamos mensajes y cuando volvimos a Buenos Aires, nos encontramos y desde ahí hasta ahora.
En Buenos Aires nos conocimos y nuestras primeras vacaciones juntos fueron a Alemania, cuando yo recién empezaba con un curso de alemán, es decir, no sabía una papa del idioma. Después de ese viaje me decidí a seguir estudiando un poco más… hasta hoy …
>> Nuestras primeras vacaciones en Alemania fueron en verano ... cualquiera se enamora así<<
Hoy no vivimos más en Buenos Aires y hace un tiempo que estamos dando vueltas. Felizmente este verano nos plantamos por un tiempo en Berlin, ciudad que amo y que extraño tanto como Buenos Aires.
De Buenos Aires, extraño todo: mi familia, mis amigos, mi profesión, los inviernos cálidos y amigables. Sin embargo, de Berlin amo todo: la gente, los parques, los amigos, las noches, los veranos, los inviernos poco amigables... La primera vez que estuve en la ciudad, me di cuenta que podía pasar mucho tiempo ahí. En Berlin me siento parte, está “mi Tribu“. Y cada vez que me voy, cuento los días para volver… igual que en Buenos Aires.
Mi historia de amor con el alemán y con Alemania crece día a día y en parte es gracias a Mariden que comparte desde el primer momento todo con mucho amor.
>> Mis días en Buenos Aires estudiando alemán en algún café <<
Hoy estamos en La Paz, Bolivia por unos meses y pronto volvemos a Berlin… y sí, cuento los días para volver a CASA.
¿Uds también se enamoraron de su ciudad?
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